Agile
scrum

Por: Julián Sandoval – COO, IkiTech Solutions

Scrum no es solo la daily: lo que Metallica me enseñó sobre trabajo en equipo
Hace unos días me puse a escuchar algunos discos de Metallica — una de esas bandas que me ha acompañado en diferentes etapas de la vida — sobre todo en esos días donde el sprint va tan mal que solo el metal salv. y caí en cuenta de algo: si bien son una banda de amores y odios, hay algo que nadie les puede quitar, y es que han logrado mantenerse unidos durante décadas, con una alineación base que ha perdurado y una capacidad de adaptarse sin perder su esencia.
Y justo ahí, entre riffs de guitarras, baterías potentes, un bajo muy bien manejado y recuerdos, me encontré pensando en cómo esto se parece mucho a lo que pasa con los equipos de trabajo, especialmente cuando intentamos adoptar marcos de trabajo ágiles como Scrum. Muchos creen que por hacer una daily ya están siendo ágiles, cuando en realidad apenas están empezando a afinar y algunos ni conectados tienen los instrumentos.
Scrum no es solo una reunión diaria
A lo largo de mi vida labora he trabajado con diferentes equipos en distintos tipos de proyectos, y hay algo que se repite más de lo que debería: asumir que con tener una daily ya estamos aplicando Scrum. La daily es útil, claro que sí, pero no es el marco de trabajo. Es solo un componente.
Pensémoslo en términos musicales. Sería como si Metallica se limitara a ensayar solo 15 minutos al día para decirse entre ellos qué van a tocar... pero nunca lo hicieran realmente juntos. ¿Cómo sonarían en vivo? Probablemente como esos proyectos que arrancan bien y terminan en caos.
Roles, ritmo y respeto
Algo que siempre me ha parecido admirable de Metallica es cómo, a pesar de las diferencias (que han sido públicas y bien documentadas), cada integrante tiene claro su rol en la banda. James Hetfield es la base con su guitarra rítmica y su voz, Lars Ulrich marca el tiempo, Kirk Hammett hace sus solos con identidad, y Robert Trujillo lleva la fuerza desde el bajo. Todos pueden tener opiniones, pero respetan su lugar en la composición.
Eso mismo pasa en Scrum. El Product Owner, el Scrum Master y el equipo de desarrollo tienen responsabilidades distintas, pero complementarias. Cuando no hay claridad en los roles, o cuando todos quieren hacer de todo sin dirección, los resultados son como una banda que se pisa los acordes en plena canción.
Adaptarse sin perder el alma
Si hay algo que ha hecho famosa (y odiada) a Metallica es su capacidad de reinventarse. Pasaron del thrash crudo de sus inicios al sonido pulido del Black Album, luego se metieron en terrenos más experimentales como Load, Reload y el polémico St. Anger, hasta llegar a trabajos más recientes que equilibran su esencia con nuevas propuestas.
No siempre fue fácil para los fans... pero ellos evolucionaron.
Lo mismo pasa con los equipos que trabajan con un marco de trabajo ágil. Scrum no es una receta fija, es un marco que te invita a inspeccionar y adaptar constantemente. Cambiar, aprender, ajustar. El equipo que se queda haciendo lo mismo por años “porque siempre lo hemos hecho así”, termina sonando como una banda que no evoluciona y que se queda tocando covers de sí misma.
El liderazgo también desafina... y eso está bien
Ulrich, el baterista de Metallica, ha sido uno de los personajes más criticados del metal. Muchos dicen que no es el mejor técnicamente, que es testarudo, que fue el culpable de la caída de Napster... pero nadie puede negar que ha sido una pieza clave en mantener a la banda viva. Ha tomado decisiones impopulares, ha puesto orden cuando fue necesario y probablemente ha ganado más discusiones que cualquier Scrum Master defendiendo el backlog... pero ha sido parte del motor creativo que los ha mantenido en el mapa.
En los equipos, necesitamos ese tipo de liderazgo. No el que impone por ego, sino el que sostiene el ritmo, que escucha, que guía y que se equivoca también. En Scrum, el liderazgo está distribuido, pero alguien tiene que velar porque el equipo avance. Y a veces, eso implica tener conversaciones incómodas o asumir que no todo suena perfecto a la primera.
Tocar bien juntos, ese es el verdadero reto
Scrum, bien entendido, no es una moda. Es un marco de trabajo que se trata de personas, no de procesos. De ritmos compartidos, no de metrónomos impuestos. Es una forma de pensar y trabajar juntos, con claridad, propósito y mejora continua.
Así como una banda necesita ensayar, escucharse, probar nuevos sonidos y estar dispuesta a desafinar para encontrar su sonido único, un equipo que trabaja con un marco ágil necesita tener espacio para equivocarse, para mejorar y para construir su propio estilo.
Porque al final, lo que suena bien no es lo que suena fuerte, sino lo que suena en armonía.
¿Te animas a revisar cómo está sonando tu equipo? Porque si solo están haciendo la daily y nada más... puede que estén tocando, pero no necesariamente haciendo buena música.
